Escapa, aún te puedes soltar si giras por la derecha, ellos nunca giran a la derecha. ¿Quienes? Los únicos, acaso hay otros. Sigue y sigue sin perder la esperanza. Si te rindes, ya te atraparon. ¿Por qué escribes como si alguien te estuviera persiguiendo? SI me detengo lo pierdo. Cada segundo que mis manos se quedan quietas es una idea que se pierde en el olvido. Espera. Detente a explicarme. No puedo, si lo hago nos atraparan. ¿A mi por qué? Por juntarte conmigo y por pendejo. Solo soy letras de todas maneras: ¿Que podrían tener contra mí? ¿Cual sería el móvil de mi captura? Yo también soy personaje de ficción y no por eso ando a mis anchas por los rincones del pensamiento. Pero no importa, el punto es que si nos alcanza se acabo. Desaparecemos hasta ser leídos y entramos en un ciclo infinito sin ninguna conclusión. Escribo para divertirme, en un juego intento dar una forma armónica a mis palabras. "A, e, i, o, u" son las vocales, aquellas que le dan sonido a la palabra. El corazón de la lengua. Mira como ando por los rieles, saltando de un lado a otro con regocijo, intercambiando mis pensamientos en el acto. Vuelta a la derecha, recuerdalo bien. El jugo de manzana congelado sabe delicioso. ¿Vamos en círculos? Veo mis huellas. Veo lugares ya recorridos. Veo como no puedo escapar de los laberintos que reconocí como mios. Sigue a la derecha, no vayas a cambiar la dirección. Me desespero y comienzo a correr. Andar sin parar. Me falta el aliento. Los pies se me llenan de callos. Avanzo a toda velocidad. Sin pensarlo, pero siempre a la derecha. Me voy persiguiendo. ¡Hasta que me toco ser perseguidor! Corre que te alcanzo. Gritaba con energía dando vuelta a oraciones que en otras ocasiones me gritaban a mi. Corre que aquí llego.

Quiero verme el rostro. Quiero sentir mi corazón. A la derecha. Veo mi huesuda espalda alejarse de mi. Veo a mis torpes pies dar pasos desenfrenados hacia la nada. ¿Porque me tengo miedo? ¿Porque no soporto a mi persona? Lo peor es que no me desconozco, y en el saber nace el enigma. El mundo es más misterioso para aquellos que creen saberlo todo. "Na, na, na, na, na, na..." tarareaba la canción. Una guitarra groovie de acompañamiento. Curiosa banda sonora para la persecución. Intentaba seguirme la pista. No me perdía de vista. Calculaba las repercusiones de cada una de mis acciones. Con interés veía como en mi insignificancia agitaba mis alas y hacía fallar la teoría del caos. La peor mariposa que he tenido la desgracia de conocer. Entonces, me quede quieto. Nos quedamos inmóviles y nos vimos a los ojos. Yo me reflejaba en el y el se reflejaba en mi. Sin acercase me sonríe y da vuelta a la izquierda. Cada día me dejo más perplejo.

Esuchando Ahora: "'The Monkey of a Cape" de Sherbets