Regreso, sin mirar atrás. Regreso, sin escuchar tu voz. Regreso de espaldas. Regreso lentamente a tu corazón. Regreso con solemnidad. Regreso en medio del dolor. Regreso por el placer. Regreso con sufrimiento. Regreso por amor. Regreso por odio. Regreso por que así lo deseo. Una noche lluviosa de Jueves. Regreso con una expresión de dulzura. Regreso con una expresión de gratitud.

¿Qué hago aquí? Aguardando pacientemente una mañana de Viernes por el final de las clases. Espero atento mi turno. Espero con malicia la oportunidad de escapar al tedio. Un momento de placer. Una eternidad de dolor. ¿Qué es la vida? ¿Existes para ser feliz? ¿Existes para ser infeliz? Dejo que a mis pensamientos se los lleve una melodía. ¿Aún no se acaba? “Ding, dong” suena el timbre chillón: “Ding, dong”

Escapo rápidamente pero sin correr. Una velocidad carente de prisa. Con un deseo de no encontrarme con mi persona. Me evado. No deseo una confrontación. Me pierdo en un callejón solo para encontrarme en otro. Perseguido por mi propio ser. Una carrera que tenía perdida desde el inicio. Sigo sin rumbo. Me voy adentrando en lugares para los que no tengo un mapa. Intento quitarme la pista. “Bang!” Ahí estoy. No hay vida en la derrota. No hay existencia en el triunfo.

Hay días en los que siento extraño. Como si un ser de una dimensión demencial hubiera tomado el control de mi vida. Cuando escribo, por ejemplo, dejo a mi conciencia divagar. Extenderse sin restricciones por el papel. Hacer palpables mis deseos. Soy demasiado soñador. Creo en el futuro. Creo en la esperanza. ¿Debería vivir más en el momento? ¿Carpe Diem? La vida es un sueño. Un sueño es la vida. Esta realidad no es sino la representación corporal de un significado. De una motivación que existe más allá del lenguaje. Por sobre toda comunicación. ¿Qué demonios acabo de escribir? Me dejo llevar por un, no el, subconsciente como hacían los surrealistas en sus días.

Veo a una mariposa formar una tormenta en un vaso de agua. Napoleón intento conquistar Europa. La mariposa se lamenta, necesita agitar sus alas para sobrevivir, pero cada aleteada únicamente crea caos. Nace una paradoja con la creación de la destrucción. Si destrucción es el antónimo de construcción… ¿Cuál es el de creación? La esperanza nace de la nada. La pureza solo la encontramos en una página blanca. ¿El qué? La belleza es corrupción.

Esuchando Ahora: "Gamera" de Tortoise