Corrían en busca de la luz. Escapando de la sombra. No tenían destino, mucho menos origen. Corrían porque tenían miedo. Corrían porque les faltaba valor. Aleatoriamente viajaban por el mundo. Evadían la oscuridad y giraban alrededor del luminoso sol. Gozando de su calor. Disfrutando de su color. Corrían buscado su corazón. Corrían desesperados alejándose de la soledad. Añoraban la compañía. Añoraban los días felices de su pasado. ¡Oh, el sufrimiento! Da lastima el pensar que nunca encontrarían descanso en esta vida hecha de puro dolor. Ningún lugar donde esconderse del sufrimiento. Soñaban. Con el amor, con la amistad y con el olvidar. No entendían. No veían. Que sus pesares los hacían ser quienes eran. Criaturas de la sombra, Criaturas ciegas que morían en la luz. Abrazándose se confortaban los unos a los otros inconcientemente. Aún sintiéndose no cabía en su mente la idea de que no estaban solos. No tenían a quien odiar, ni tampoco a quien amar. “¡Auxilio!” gritaban. “¡Ayúdenme!” Pero nadie contestaba. Eran invisibles. Insonoros. Inseguros. Nadie reconocía su existencia. Eran una posibilidad. Un talvez. Un quizá. Una pregunta que no se atrevían a contestar. Al final, solo se dejaban ignorar. Perdiéndose lejos del pensamiento y muriendo lentamente con el pasar de los días.

Esuchando Ahora: "Rainyday & Sunshine" de Swinging Popsicle